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Barcelona, España
La pandemia de Covid-19 ha afectado la salud mental y la atención médica de pacientes con afecciones preexistentes. Se evaluó longitudinalmente la percepción de estrés, malestar psicológico y estrategias de afrontamiento en 50 pacientes con patologías médicas, encontrándose que, 6 meses después de la evaluación inicial, el estrés percibido y el malestar psicológico se incrementaron, mientras que se redujo el uso de estrategias de afrontamiento activas. La edad (pacientes más jóvenes), los problemas psicológicos previos y la alteración del tratamiento médico emergen como factores de riesgo. La detección proactiva del sufrimiento psicopatológico es esencial para evitar que se desarrolle una pandemia paralela de salud mental. La Covid-19 ha tenido un impacto en pacientes con enfermedades médicas, expresado en una mayor vulnerabilidad psicológica que puede interferir en el curso de su enfermedad. Si bien el monitoreo telemático es un factor importante para reducir el impacto, la detección temprana de los síntomas psicopatológicos es crucial para garantizar la adherencia a los tratamientos y para desarrollar enfoques biopsicosociales efectivos.
The Covid-19 pandemic has impacted the mental health and medical care of patients with pre-existing conditions. We longitudinally evaluated perceived stress, psychological distress, and coping strategies in 50 patients with medical diseases, finding that, 6 months after baseline evaluation, perceived stress and psychological distress were increased, and that less use was made of active coping strategies. Age (younger patients), previous psychological problems, and altered medical treatments emerge as risk factors. Proactive detection of psychopathological suffering is essential to prevent a parallel mental health pandemic from unfolding. Covid-19 has had an impact on patients with medical diseases, expressed in increased psychological vulnerability that may interfere in their disease course. While telematic monitoring is an important factor in reducing impact, early detection of psychopathological symptoms is crucial to ensuring adherence to treatments and to developing effective biopsychosocial approaches.
