Silvia Aznar Vacas
Descubrir que uno no siempre ha existido es, para cualquier persona, una profunda herida narcisista. Siempre hay una historia que nos preexiste, y que nos sostiene, un relato que se va construyendo desde las relaciones de objeto, generación tras generación.
Este trabajo pretende ser una reflexión sobre el momento vital de la maternidad en la mujer, el laborioso y necesario trabajo psicológico que debe realizar para posibilitar el nacimiento psíquico del sujeto-bebé y procura responder a preguntas tales como: ¿qué ocurre en su mundo pulsional, cómo se gesta la relación de objeto, cómo puede repercutir la sociedad actual en el proceso? El eje central será una de las paradojas de D. Winnicott (1945): «El bebé no existe, lo que existe es la pareja de crianza». Solo en el marco del cuidado materno el bebé empezará a ser, solo existirá la unidad madre-bebé que deberá ser sostenida y arropada por un tercero. Durante el proceso de construcción para ser, la ausencia, la transición y la paulatina separación también deberán sucederse.