Este trabajo es un acercamiento a las consecuencias en el cuerpo y en la mente de la violencia que sufren niñas, niños y adolescentes, principalmente en contextos de violencia de género. En la mayor parte del siglo XX, cuando el psicoanálisis obtiene mayor reconocimiento científico y social, la violencia en la infancia en general y la violencia sexual en particular, a través de los abusos sexuales, fueron habitualmente invisibilizados bajo las premisas teóricas que ocultaban estos hechos atroces. El objetivo principal de este artículo es el de cuestionar estos postulados y poner en valor el efecto dañino de la violencia en la infancia, en cualquiera de sus formas, en los contextos de los vínculos de apego. La parte teórica se sostiene mediante dos casos clínicos. El primero es el de una joven de 24 años, a quien uno de los autores atiende en dos etapas diferentes de la vida de la paciente, en el periodo en el que se escribe este mismo artículo y más de diez años antes, cuando la joven apenas era una púber. El segundo caso clínico es el de una niña que se atiende durante 20 meses, de sus ocho a sus diez años. Esta segunda viñeta clínica nos muestra los efectos perjudiciales de la violencia que sufren muchos de los menores víctimas de violencia de género con sus padres maltratadores, en las visitas, una vez las madres han conseguido separarse
This work is an approach to the consequences of the violence suffered by girls and boys in childhood, mainly in contexts of gender violence.
In most of the 20th century, when psychoanalysis obtained greater scientific and social recognition, violence in childhood in general, and sexual violence in particular, through sexual abuse, were habitually made invisible under the theoretical premises that concealed these atrocious facts. The main objective of this article is to dismantle these premises and value the damaging effect of violence in childhood, in any of its forms, in contexts of attachment relations. The theoretical part is supported by two clinical cases, the first of a 24-year-old girl, in which one of the authors attends in two different periods of the patient's life, in the period in which this is written same article and more than ten years before, when the young woman was teenager. The second clinical case is about a girl who is been in treatment for almost two years, from her eight to ten years. This case shows us the detrimental effects of violence suffered by many of the boys and girls who are victims of gender violence and how their fathers continue abusing them when their parents are almost separate.