Introducción. Vivimos la época de mayor difusión de información en la historia de la humanidad, y este exceso de información ha dado como consecuencia considerar la atención humana como un bien escaso. La sobrecarga informativa es la situación en la cual la cantidad o la intensidad de información exceden la capacidad limitada de procesamiento cognitivo del individuo.
Objetivo. Describir el concepto de sobrecarga informativa, sus posibles sustratos neurocognitivos, síntomas asociados, causas, medidas para evitarla, así como su posible relación con internet y los dispositivos electrónicos.
Desarrollo. Las personas responden de forma diferente a la sobrecarga informativa, y esto depende tanto de factores individuales como de la cantidad y características de la estimulación informativa. Algunos síntomas de la sobrecarga informativa son: trabajo ineficiente, confusión, retraso al tomar decisiones, falta de evaluación crítica de la información, pérdida de control sobre la información, rechazo de la recepción en la comunicación, falta de perspectiva general, mayor tolerancia al error, ansiedad, estrés, etc. Probablemente, los límites de la capacidad de procesamiento de información estén condicionados por la energía metabólica limitada que se distribuye en el cerebro y que permanece constante independientemente de la dificultad de las tareas.
Conclusión. La atención es una función cognitiva limitada. Para que los efectos adversos de la sobrecarga informativa puedan disminuirse, se requiere mejorar la gestión personal de nuestros propios recursos cognitivos y comprender su relación con la tecnología. Es necesario mejorar el manejo de información mediante la organización, el filtrado y la aplicación de pautas de diseño de ergonomía cognitiva.