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La retinopatía diabética (RD) es la primera causa de ceguera en occidente, en edad laboral. La efectividad del tratamiento está ampliamente comprobada, si se aplica en el estadio evolutivo oportuno. Está también demostrado como las formas avanzadas de RD no responden al tratamiento. Dada su progresión asintomática, su detección precoz es la clave para evitar una ulterior pérdida de visión.
En este estudio se ha valorado la efectividad en la aplicación del tratamiento de la RD. Entendiendo que, éste debe aplicarse tan pronto aparecen las lesiones susceptibles de ser tratadas. Se ha definido el concepto de TARDANZA en la aplicación del tratamiento y diseñado un árbol de decisión para su clasificación. Se seleccionó la muestra a partir de los dos centros de coagulación del sector público de Vizcaya. De cada caso se revisó la documentación clínica en el sector hospitalario y extrahospitalario y se identificó el patrón evolutivo de la diabetes y las medidas preventivas seguidas. Se completó la recogida de datos con un cuestionario al paciente.
Casi la mitad de los casos de la muestra acceden tarde al centro de coagulación para beneficiarse al máximo del tratamiento. El mayor volumen se da entre los No-Insulino Dependientes, seguido de los Insulino Dependientes de mayor edad y duración de la enfermedad. Un 65 por ciento de la muestra no sigue un protocolo de prevención de RD.
Se ha observado un grupo, en general jóvenes insulino-dependientes, que utiliza un servicio hospitalario para el control de su RD. El 50 por ciento no presenta signos de RD y sólo un 17 por ciento ha recibido el tratamiento tarde. La mitad recibe un adecuado control de su diabetes.
No hay aún una línea de política sanitaria que asegure la prevención de la ceguera por RD, por lo que un elevado número de diabéticos perderá irremisiblemente una cantidad indeterminada de agudeza visual.
