Mellita Schmideberg, Sebastián Patiño
El psicoanálisis ha demostrado que la primera relación del niño se establece con el pecho de la madre, y que ésta, junto con la actitud hacia la comida, reviste de particular interés para el conjunto de sus reacciones al mundo exterior. En el decir de un paciente esquizofrénico: “En definitiva, todo, leer, ir al teatro, hacer una llamada, es como comer. Primero hay grandes expectativas, luego te encuentras decepcionado. Cuando vengo al análisis, me como tus muebles, ropa y palabras. Tú, te comes mis palabras, ropa y dinero. Si trabajas, tu empleador te come. Pero al mismo tiempo te comes a ti mismo. Cada cierto tiempo me encuentro muy hambriento, y luego, una vez más, no puedo comer nada”.