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María Sanz Díez
Esta historia verdadera narrada por David Lynch nos invita a realizar un viaje por el otoño de la vida. La carretera, como metáfora del trayecto vital, estará llena de altos en el camino, de estaciones de paso, nuevas vivencias que despertarán a otras antiguas. Durante el trayecto el protagonista rememora su experiencia, trasmite su saber y elabora sus traumas. La decisión de volver a la carretera con humildad para ir a ver a su hermano, conduciendo su cortacésped, le conducirá hacia sí mismo. El alcoholismo, motivo de discordia entre los hermanos, emergerá asociado a los traumas no elaborados. La caída del yo, su muerte y el renacer como sujeto en la vejez constituye el telón de fondo. La reconciliación con él mismo y con su hermano le espera al final del camino, para volver a contemplar las estrellas como cuando eran niños.
This true story narrated by David Lynch invites us on a journey through the autumn of life. The road, as a metaphor for the journey through life, will be full of halts along the way, way stations, new experiences that will awaken old ones. During the journey, the protagonist recalls his experience, transmits his knowledge, and elaborates his traumas. The decision to return to the road with humility to go and see his brother, driving his lawnmower, will lead him to himself. Alcoholism, a source of discord between the brothers, will emerge in association with unprocessed traumas. The fall of the ego, its death and rebirth as a subject in old age, constitute the backdrop of the film. Reconciliation with himself and his brother awaits him at the end of the road, to contemplate the stars again as when they were children.
