Introducción. El programa de Orientación Vocacional “Para decidirme...” ha sido sometido a evaluación y el modelo que hemos adoptado para dicha evaluación es el modelo CIPP de Stufflebeam. Este modelo contempla hasta cuatro dimensiones: Evaluación de contexto; Evaluación de entrada/diseño/planificación; Evaluación de proceso; Evaluación de producto. En este artículo se presenta la evaluación de entrada (diseño) de la que fue objeto el programa "Para decidirme".
Método. Para realizar la evaluación de diseño se utilizaron dos codificadores, por un lado el juicio de los jueces, acerca de la coherencia y calidad técnica de los materiales y, por otro, el juicio de los tutores, aplicadores de dicho programa.
Para dar cumplimiento a los objetivos elaboramos el Cuestionario de Jueces (CDJ), en el que se pedía a los expertos que expresasen su juicio mediante una escala de valoración graduada de 1 (nada) a 4 (mucho). Por otro lado se usó el Cuestionario de Aplicadores, que se encuen-tra en la Guía del tutor, del que se usaron un grupo de ítems para valorar la viabilidad del pro-grama, esto se valoró a través de la adecuación del mismo al alumnado y al centro.
Resultados. Los resultados que se han obtenido dan respuesta positiva a los tres objetivos planteados: El programa “Para decidirme...” tiene calidad intrínseca en los cuadernos del alumnado, existe calidad intrínseca del cuaderno del tutor, es un programa viable.
Discusión. Ahora bien, aunque los resultados de contraste obtenidos para los cuadernos del alumnado y la guía del profesorado nos permiten aceptar la coherencia del programa y la cali-dad del mismo, así como aceptar que el procedimiento ha sido riguroso; no podemos probar en qué medida este programa es coherente con los indicadores del desarrollo vocacional, entre otras consideraciones porque el propio constructo de la madurez vocacional aún no está ce-rrado.
Introduction. The Vocational Guidance Program “Making up my mind...” is evaluated, adopting Stufflebeam’s CIPP evaluation model. This model considers four dimensions: Context evaluation; Preliminary/design/planning evaluation; Process evaluation; Product evaluation. The current article presents the preliminary (design) evaluation as applied to the program "Making up my mind".
Method. To carry out this design evaluation we used two codifiers: one, the opinion of judges regarding the materials’ coherence and technical quality; two, the opinion of homeroom teachers who implemented the program. We developed the Judges’ Questionnaire (CDJ), where experts were asked to express their opinion on a scale from 1 (not at all) to 4 (very much). We also used the Implementers’ Questionnaire found in the Teacher’s Guide, selecting a group of items to assess program viability in terms of its suitability to the student population and to the school.
Results. Results relating to our three objectives were positive: the student handbooks show intrinsic quality, the teacher’s guide shows intrinsic quality, and the program is viable.
Discussion. Although results regarding student and teacher handbooks allow us to assert program coherence and quality, as well as to accept that the procedure itself is rigorous; we cannot determine to what degree the program is coherent with vocational development indicators: among other reasons, because the construct of vocational maturity itself is still not fully described.