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Sofía Grzona, Leandro Martín Casari, Rocío María Videla De Brito, Mariela Muñoz Rodríguez, Sofía Juarez Aniceto, Anton Martínez
En los últimos años, se ha formado un cuerpo creciente de investigación sobre el Estilo Personal del Terapeuta, entendido como un modo propio y personal de ejercer en la clínica (Fernández-Álvarez & García, 1998). Su profundización ha permitido conocer cómo se asocia con el ámbito de trabajo, la línea teórica y la personalidad. No obstante, pocos son los estudios que han investigado este constructo en estudiantes. Por tanto, se pretende evaluar si existen modificaciones en el estilo y en la personalidad tras el entrenamiento clínico en la carrera de grado, y analizar las relaciones entre ambos aspectos. Se trabajó con 77 estudiantes del último año de psicología, que fueron evaluados antes y después de sus prácticas pre-profesionales clínicas con el Cuestionario de Estilo Personal del Terapeuta (Fernández-Álvarez et al., 2003) y el Big Five Inventory (John, 1990). Los resultados apuntan a un aumento de la cercanía emocional y una menor rigidez en el encuadre terapéutico, así como un incremento de la sociabilidad y de la estabilidad emocional luego de las prácticas. El modo en que se relacionan estos factores presenta variaciones respecto estudios con terapeutas en ejercicio, lo que da cuenta de que existen importantes diferencias entre ambos grupos.
Over the last years, a growing body of research has been conducted regarding the Personal Style of the Therapist understood as a personal way to practice clinical interventions (Fernández-Álvarez & García, 1998). Its development has allowed to know how it is associated with the work environment, theoretical school, and personality. However, there are few studies that have researched this construct in a student population. Therefore, this study aims to evaluate if there are significant changes in this style and in personality traits after clinical training in undergraduate students and to analyze the association between both aspects. This study involved 77 psychology undergraduate students that were assessed before and after their clinical training with the Personal Style of the Therapist Questionnaire (Fernández-Álvarez et al., 2003) and the Big Five Inventory (John, 1990). Results showed an increase of emotional closeness, less rigidity in the therapeutic framework, and also an increase of sociability and emotional stability after clinical training. The way in which these factors are associated with each other presents variations with respect to other studies that involved therapists in their clinical practice, this would reflect the fact that there are important differences between both groups.
