El juego es el modo por excelencia de expresión de los niños. Es un medio de comunicación comparable a la palabra en el adulto. Mediante el juego, se le facilita al niño el medio natural de expresión de su mundo externo e interno. Por lo tanto, es un elemento de vital importancia en el trabajo psicoterapéutico. Poder adjudicar roles de forma dramatizada permite, además, la elaboración de situaciones traumáticas. Se incluye material clínico que será analizado.