Luis García Vega, Laura García-Vega Redondo
Mientras que el pensamiento tradicional sometía el deseo a rígido control, considerándolo más como "cupido" que como "desiderium" (palabras latinas de las que la primera hace referencia a la actividad desordenada) con Freud adquiere otro significado al incorporar el deseo dentro del "principio de realidad". Este principio no está incluido en las primeras formulaciones científicas de la actividad como búsqueda de placer. Freud aborda este tema de forma más completa, situándose más próximo a Aristipo de Cirene (discípulo de Socrátes y fundador de la escuela Cirenaica) o a Epicuro que a la corriente escolástica. El "principio de realidad" freudiano busca el placer lo mismo que el "principio de placer" mediante la satisfacción del deseo, pero ateniéndose a diferentes criterios. Freud en uno de sus escritos no publicados en su vida ("proyecto de psicología científica" 1895) se esfuerza por dar fundaamentación científica y neurológica a lo que posteriormente (1911) llamará "principio de realidad". En las dos últimas décadas de desarrollo de la neuropsicología, gracias al descubrimiento y desarrollo de las técnicas de neuroimagen, se ofrece un interesante material con el que podemos explicar con mayor objetividad el principio de realidad. La "hipótesis de la doble vía cerebral" desarrollada por LeDoux y sus colaboradores y la "hipótesis del marcador somático" de Damasio aportan interesantes datos para dar una explicación aproximativa a este principio.