Este estudio plantea que los contextos de violencia contra las mujeres no son 'solamente interpersonales, sino que también proceden de los conceptos más amplios (rurales y no rurales) de las propias estructuras sociales. Es más, en las mujeres de zonas rurales es donde el planteamiento de la violencia estructural puede observarse mejor, pues precisamente la contraposición rural-no rural es de índole estructural y socio-cultural En las entrevistas en profundidad aplicadas a siete mujeres, en el interior de las líneas de todas estas mujeres, en las líneas y entre las líneas de sus enunciados, se perciben con claridad las huellas socioculturales de la enunciación. Se percibe la identidad social de ellas cuando espontáneamente conceptualizan los hechos que motivaron el maltrato sufrido. Es así que nos encontraremos en los discursos referencias y marcas de la identidad personal (cada mujer en cuestión) y de la identidad social de la mujer (la mujer como categoría social, como grupo y como género).