Philipp Lersch
Este estudio tiene por objeto el procedimiento de manipulación psíquica puesto en práctica en las acciones de limpieza de la era estalinista y en los primeros años de la era de Mao Tse Tung que en China se definió coloquial y metafóricamente como “lavado de cerebro” (Mehnert, 1962, p. 227), y que, bajo esta denominación, ha alcanzado posteriormente celebridad internacional. Los líderes chinos hablan de una “reforma del pensamiento” en el sentido de una reeducación. Sin embargo, con estos términos –así como con la metáfora objetivamente errónea del “lavado de cerebro”– no se aprehende lo esencial de este polémico procedimiento. El concepto de “adoctrinamiento”, común en la literatura norteamericana, es el que mejor designa aquello de lo que en realidad se trata en el “lavado de cerebro”, esto es, de un método diseñado para desmantelar en un adulto los valores, las convicciones, las opiniones y las conductas arraigadas en él por medio de la educación, la costumbre o el desarrollo de su propia individualidad, convirtiendo su conciencia en una especie de tabula rasa que es infiltrada y fijada luego con valores, convicciones y opiniones diferentes o incluso opuestas.