La experiencia psicoanalítica y la práctica clínica pueden contribuir enormemente a las tareas educativas, tal y como apuntaba Winnicott (2014). Existe una reciprocidad en la relación de los adolescentes con los adultos y el conflicto depende de las expectativas narcisistas expresadas en ambos lados, tanto en la escuela como en el hogar. No podemos dejar de considerar la importancia de las implicaciones afectivas que subyacen en la relación entre estudiante y profesor, así como las relaciones entre éste y sus compañeros. La autora propone una reflexión acerca de las dificultades más frecuentes que se producen en la relación entre profesores y estudiantes adolescentes, haciendo hincapié en la complejidad de los afectos expresados a través de las barreras erigidas a la defensiva en ambos lados.