Los primeros estudios sociolingüísticos en los que se utiliza el concepto de red social vieron la luz en la década de los ochenta. Desde entonces, el interés por el análisis reticular ha ido en aumento. En nuestro país son todavía pocas las investigaciones llevadas a cabo desde esta perspectiva, pero las realizadas demuestran la eficacia de este concepto como factor de variación sociolingüística. Así se puede ver en el estudio sobre el habla de Alcalá de Henares, en el que la red social ha resultado ser una variable fundamental para la explicación del comportamiento lingüístico de los hablantes. Hemos podido comprobar que, en esta localidad, existe relación entre el grado de integración en la red y rechazo de rasgos lingüísticos ajenos ; por otra parte, la red puede funcionar como refuerzo de las normas de la comunidad y, por lo tanto, como freno a la propagación de rasgos dialectales foráneos.