Elisabet Geva López, Tom Fish
La necesidad y el derecho de las personas con discapacidad intelectual a participar, influenciar y promover cambios en su entorno, es una de las dimensiones más importantes para que puedan experimentar una mejora en su calidad de vida. Para potenciar y mejorar la participación, es necesario planificar y desarrollar apoyos apropiados e individualizados, orientados a las circunstancias de cada persona. Por lo tanto, la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual puede mejorar si se encuentran en un entorno, que permita y potencie un ejercicio efectivo y real de sus derechos y obligaciones, y se les ofrece un espacio accesible y universal para la participación social. Este artículo explora la relación entre calidad de vida y ciudadanía, estableciendo una relación recíproca entre estos dos conceptos. Examinamos asimismo, a partir de algunas experiencias, cómo los proyectos de aprendizaje-servicio pueden jugar un papel clave, en la formación de profesionales emergentes, preparándolos para promover espacios de participación social y para ofrecer los soportes necesarios a personas con discapacidad. El objetivo es conseguir una ciudadanía activa y participativa. Al mismo tiempo, encontramos que los proyectos de aprendizaje-servicio pueden ser una herramienta de aprendizaje, de motivación, de participación y autodeterminación para las personas con discapacidad intelectual en el momento en que ellos son los que realizan el aprendizaje y el servicio.
The needs and rights of people with intellectual disabilities to participate, influence and promote changes in their environment is critical for them in order to experience strong quality of life. To enhance this participation, it is necessary to plan and develop appropriate supports geared towards the circumstances of each person. The quality of life for people with intellectual disabilities can be improved when they are surrounded by an environment which allows an effective exercise of their rights and obligations and provides accessible and universal space for social participation. This paper explores the existing relationship between quality of life and citizenship, establishing a reciprocal relation between these two concepts. We’ll examine, from some experiences, how the service learning can play a key role in the education of emerging professionals, promoting opportunities for participation and therefore, an active and participatory citizenship, and at the end providing the necessary supports to people with disabilities. And at the same time, we believe that service-learning projects can be a tool for learning, motivation, participation and self-determination for people with intellectual disability when they are engaged in learning and service.