Cervantes nos proporciona en su libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha una evolución magistral de la locura de don Quijote desde la primera línea hasta la última, con lo cual entendemos que es este hecho el que le ocupa y es el aspecto de la novela al que nos ceñiremos. Solo al empezar la novela se nos muestra a «un hidalgo de los de...» que se vuelve loco desarrollando el delirio de creerse caballero andante. Cervantes nos muestra como en el transcurso de la novela va produciéndose una pacificación del mismo y la apropiación de un nombre propio en el lecho de muerte. A don Quijote, su locura le permitió tener un amigo, recorrer mundo, conocer diversas gentes, ser reconocido, sentir las pulgas del deseo. Su locura hizo de «un hidalgo de los de […]» sin historia personal un Alonso Quijano a través del recorrido de don Quijote de la Mancha.