Jorge R. Aragonés
Este trabajo es una exploración cronológica en busca del paradigma en que fueron evolucionando los descubrimientos freudianos. En la obra de Freud se encuentran tres modelos del narcisismo que responden a tres maneras diferentes de relacionarse el individuo con el medio y que dan origen a tres desarrollos teóricos-clínicos distintos, cada uno con su propio mecanismo de formación de síntomas: el primero, el modelo de la vesícula pulsional de 1910, parte de un yo en formación que se relaciona con los objetos, en tanto objetos de la descarga pulsional; en el modelo de la ameba narcisista de 1914, se trata de un yo que se relaciona invistiendo y siendo investido por el otro narcisísticamente, en que describe un estado inicial de coexistencia indiferenciada presujeto-preobjeto, (este modelo introduce la intersubjetividad y reorienta autoeróticamente las pulsiones); y, por último, el modelo de la completud de 1930, habla de un yo que inicialmente lo incluye todo en una realidad única y que luego, por desprendimiento, da origen a un mundo exterior y a un mundo interior. Los mecanismos de renegación y de escisión del yo se complementan con este modelo, son su base explicativa y, a su vez, adquieren una ubicación trascendente en el desarrollo y en la patología. De todos, el último, incluye en su cuerpo teórico-clínico los desarrollos de los otros dos y establece el enlace con la patología del sincretismo de Bleger.