Nele Langosch
Por distintos motivos, las personas dependientes y las que presentan una limitación física o psíquica a menudo no gozan de una sexualidad autónoma.
Los asistentes y acompañantes sexuales las ayudan en el terreno sexual. Las caricias o la asistencia para masturbarse son algunos de sus servicios.
Hasta ahora, apenas existen estudios sobre los efectos de este controvertido servicio. Los expertos opinan que las residencias para personas con discapacidad intelectual requieren más recursos para afrontar la sexualidad de los usuarios