Introducción. El desarrollo madurativo del niño es un aspecto esencial en el control periódico de la salud. El pediatra realiza una valoración integral del desarrollo, reconociendo factores de riesgo, e investiga sus alteraciones de forma sistemática, para intervenir en forma temprana y oportuna.
Objetivo. Valorar la evolución con la detección e intervención temprana y sistemática mediante el control de la salud.
Sujetos y métodos. Se realizó un estudio prospectivo que incluyó a 415 niños de 0 a 60 meses. Se completó el seguimiento longitudinal de 188 niños en los que se habían encontrado una o más áreas del neurodesarrollo afectadas. Se analizaron las derivaciones realizadas, la adhesión a las indicaciones médicas y la evolución clínica, y se repitió trimestralmente durante un año la misma prueba de detección con el Ages and Stages Questionnaire, tercera edición (ASQ-3).
Resultados. Del total de la muestra inicial se encontró a 188 niños en riesgo (45%), de los cuales sólo 24 (7%) persistieron con el trastorno del neurodesarrollo en la muestra final. La comunicación resultó ser el área más afectada, tanto en la primera como en la segunda prueba. Se encontró a su vez una mayor prevalencia de adversidad socioambiental en los pacientes que presentaban retraso en la adquisición de una o más pautas madurativas y menor recuperación con las indicaciones de estimulación temprana.
Conclusión. La detección y la intervención temprana en el neurodesarrollo permiten la mejoría en el 83% de los niños en el ámbito del control de salud desde la prevención.