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Malisa Derendinger
La hipótesis que planteo en este trabajo es que si los adultos nos desconectamos de las auténticas necesidades infantiles, si sobreestimulamos precozmente conductas adaptativas y autónomas estaremos propiciando en los niños la aparición de un fenómeno al que podemos llamar socialización precoz. Este fenómeno estaría caracterizado por la aparición, en edades muy tempranas, de conductas aparentemente socializadas—como compartir, acatar normas, inhibir respuestas emocionales, etc.—pero que carecen de la reversibilidad que caracteriza a la verdadera socialización. Describiré algunas características que comparten una serie de pacientes que he tenido ocasión de tratar en los últimos años, ilustrándolo con viñetas clínicas.
