Es difícil encontrarse con una persona con tanta pasión por el deporte. Detrás del presidente de la federación española de deportes de personas con discapacidad física (feddf) hay un deportista sin limitaciones. Ni la lesión medular por enfermedad congénita fue rival. Tampoco las muletas en las que tuvo que apoyarse desde los catorce años. Y menos la silla de ruedas. Así empezó la biografía de josé alberto álvarez garcía. Un hombre que deslumbraba por su talento y personalidad y que ha sabido manejar esas aptitudes con el mismo virtuosismo con el que acariciaba una pelota de baloncesto antes de encestarla.