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Irene Zubizarreta Anguera, Enrique Echeburúa Odriozola, Belén Sarasua Sanz, Paz de Corral Gargallo
En este artículo se describe un programa de tratamiento cognitivo-conductual aplicado a una víctima no reciente de agresión sexual aquejada de un trastorno de estrés postraumático crónico. La paciente, una mujer separada de 32 años, sufrió una agresión sexual cuando tenía 15 años y tiene muchas dificultades actualmente para establecer relaciones intimas con hombres. El programa terapéutico (apoyo emocional, reestructuración cognitiva y entrenamiento en habilidades específicas de afrontamiento) consta de 5 sesiones individuales en un período de 5 semanas. A los 12 meses de seguimiento el estado psicológico de la paciente es favorable, con una consecución de las conductas-objetivo y con una clara mejoría en la adaptación personal y social. Se comentan las implicaciones de este caso para la investigación clínica y la práctica profesional
