Valparaíso, Chile
Lo que me motiva a escribir el presente artículo dice relación con la posibilidad de poder analizar el por qué y para qué se han introducido herramientas administrativas a la evaluación de los procesos psicoterapéuticos. No me motiva investigar qué tipo de intervención psicoterapéutica puede resultar más adecuada para tal tipo de problema psicológico; sino construir algunas hipótesis que justifiquen la introducción de constructos tales como eficiencia, maximización de beneficios, eficacia, efectividad, etc. al campo psicoterapéutico.También me interesa cuestionar la utilidad de instaurar ciertos modelos de explicación derivados de las “ciencias duras” al campo de la salud mental.
Para cumplir el propósito que me propongo, analizaré qué es lo que se entiende por investigaciones en análisis de costo y sugeriré quiénes legitiman la introducción de este tipo de dispositivo social en nuestras formas de vida y para qué lo hacen. Posteriormente abordaré las investigaciones publicadas tomando como referencia el metaanálisis realizado por Gabbard, Lazar, Hornberger y Spiegel en 1997, develando las falencias que presentan los estudios publicados. Por último, en la discusión final voy a sostener que este tipo de estudio constituye un dispositivo social -validado por la administración y la economía, principalmente- mediante el cual se favorecen los intereses de actores sociales específicos, entre los cuales destacan las compañías aseguradoras de salud, el Estado y aquellas intervenciones psicoterapéuticas que poseen un marcado enfoque médico; en particular, la psiquiatría.