Liliana Ibeth Castañeda Rentería
En este artículo exploro los distintos acuerdos de pareja mantenidos por mujeres profesionistas que trabajan y que no tienen hijos ni hijas. Se trata de mujeres que crecieron con la consciencia de que lo privado –entendido como el espacio doméstico donde se vive para los otros– no era destino, y que lo público –visto como el espacio de los iguales, donde se compite no sólo por dinero sino también por prestigio y poder (Amorós, 1994) – era un mar donde podían también nadar.