Objetivo: La alta prevalencia de patologías orgánicas y de trastornos psicosociales asociados al consumo de sustancias, incluida el alcohol, entre aquellos que no piden, o no desean, recibir tratamiento para su adicción, ha provocado una reorientación de las prácticas y políticas de drogodependencias en la mayoría de los países. Material y métodos: Se revisan las estrategias de reducción de daños dirigidas a bebedores excesivos y se analizan las políticas institucionales que se están desarrollando actualmente en Europa y España. Resultados: Los diferentes programas de intervención sobre el consumo de alcohol, que van dirigidos a población con un consumo excesivo y/o de riesgo, podrían entrar en la categoría de programas de reducción de daños, cuyo objetivo no sería la abstinencia absoluta sino el situar el consumo por debajo de un umbral que se considera de riesgo. Construir políticas saludables dirigidas a la prevención del daño ocasionado por el consumo de alcohol, reducir el riesgo de los problemas relacionados con el consumo de alcohol y reducir tanto la extensión como la gravedad del daño, son objetivos específicos del Plan Europeo de Actuación sobre Alcohol 2000-2005, de la Oficina Regional Europea de la Organización Mundial de la Salud. En el contexto de la Unión Europea destaca la aprobación, el 5 de junio del 2001, de unas Conclusiones del Consejo sobre una Estrategia Comunitaria dirigida a reducir el daño derivado de los problemas de alcohol. Finalmente, debemos reseñar que teniendo en cuenta el marco competencial en el que nos movemos, en España la intervención en el campo del alcohol es prioritaria, y así viene recogida en los distintos planes y políticas de salud que a nivel nacional, autonómico y local se están llevando a cabo. Conclusiones: Probablemente, la reducción de daños no constituya en sí una política social nueva, lo que quizá sí constituye es un elemento nuevo en nuestra política preventiva. Ello se refleja en las distintas estrategias desarrolladas en el ámbito internacional, nacional, regional y local.
Objective: The high prevalence of organic diseases and psychosocial disorders related to the consumption of various substances, including alcohol, by individuals who do not request, nor want, treatment for their addiction, has given rise to a reorientation of drug-addiction practises in many countries. Material and methods: The strategies addressed to reduce harm among excessive drinkers are reviewed, and the institutional policies currently developed in Europe and Spain are analyzed. Results: The various intervention programs related with alcohol consumption, addressed to the population at risk and/or excessive drinkers, could be included in the category of harm reduction programs so that the objective would not be total abstinence, but rather to reduce consumption below the risk threshold. Establishing healthy policies to prevent harm caused by alcohol consumption, reducing the risk of alcohol-related problems and reducing harm extension and severity are all specific objectives of the European Alcohol Action Plan 2000-2005, of the European Regional Offices of the World Health Organization. Within the European Union, a remarkable outcome was the approval, on june 5, 2001 of the Council's Conclusion on a Community Strategy to reduce alcohol-related harm. Finally, it must be noted that taking the present Spanish competence framework into account, alcohol intervention is a priority and it is developed in many health care plans and policies implemented on the local autonomous and national level. Conclusions: Possibly, harm reduction is not a new social policy, but a new element of our prevention policies. This new element is reflected in the various strategies developed on the local regional national and international levels.