Las personas de perfil antisocial presentan una incapacidad para sentir empatía y relacionarse con otros confiadamente. Suelen ser víctimas de un trauma relacional temprano que afecta sustancialmente su desarrollo neurológico, alterando su estructura cerebral y patrones neuronales. Esto explica su inhabilidad social y trastornos conductuales. No obstante, el origen relacional de estas patologías y la neuroplasticidad cerebral permitirían curar esta inconsciencia moral y ausencia de empatía a partir de relaciones emocionales correctivas. Cuidadores primarios, educadores, maestros, y terapeutas de estos sujetos podrían enmendar sus heridas emocionales en algún grado, mediante la entrega de cuidado y amor incondicional, de manera estable y por tiempo suficiente.
People with antisocial profile manifest the inability to empathize and relate to others with trust. They are often victims of an early relational trauma that substantially impacts their neurological development, altering their brain structure and neural patterns. This explains their social inabilities and behavioral disorders. However, the relational nature of their pathologies and our brain’s neuroplasticity may open up a cure for these moral unconsciousness and lack of empathy through the experience of corrective emotional experiences. Primary caregivers, educators, tutors, and therapists of these people could get to amend their emotional wounds in some degree by offering them unconditional care and love, in a stable manner and for a sufficient period of time.