El calentamiento global está matando los corales. El trasplante de ejemplares criados en cautividad es uno de los métodos estudiados para facilitar su adaptación. Se ha comprobado que los corales sometidos a estrés activan genes que dan lugar a descendientes más resistentes. Además, la mejora de ciertas algas simbiontes puede mejorar su salud. Estas técnicas podrían restaurar los arrecifes a escala regional, pero la recuperación global solo será posible si la humanidad ralentiza el calentamiento planetario.