Stephen R. Kane, M. Darby Dyar, Suzanne E. Smrekar
La Tierra y Venus comenzaron siendo muy similares. Sin embargo, en cierto momento sus historias comenzaron a divergir. La Tierra conservó los océanos y la atmósfera. En cambio, la superficie de Venus se volvió inhabitable. Pese a ello, nuestro planeta vecino presenta un vulcanismo activo y signos de una incipiente tectónica de placas. Entender por qué Venus evolucionó de ese modo podría esclarecer las posibilidades de albergar vida de los numerosos exoplanetas que se parecen a él. Es necesaria una nueva misión a Venus.