Menno Schilthuizen
Especies tan dispares como los caracoles, los dientes de león y los peces se adaptan a la ciudad con soluciones sorprendentes. En muchos casos, evolucionan más rápido que en su hábitat natural. Como todas las urbes del mundo ejercen las mismas presiones evolutivas, es posible que las especies que las habitan acaben pareciéndose más entre sí. Muchas otras jamás lograrán adaptarse a las adversas condiciones urbanas, así que habrá que protegerlas.