Steve Olson
Una cadena de volcanes que recorre la costa oeste de EE.UU. amenaza a millones de personas. De ellos, el monte Santa Elena es el más mortífero y el de peor fama. Nuevos métodos para investigar el interior de la montaña muestran las sorprendentes maneras en que la roca fundida se desplaza desde las profundidades y pasa por intrincados conductos. Las señales asociadas a los movimientos y los cambios químicos de los magmas quizá ayuden a predecir las erupciones del Santa Elena y otros volcanes similares, así como su peligro.