Pedro José Horcajo Gil, José Luis Graña Gómez, Natalia Redondo Rodríguez
Antecedentes: la Escala Táctica de Confl ictos Revisada (CTS-2) es ampliamente utilizada para evaluar la violencia contra la pareja (VCP);
dadas las limitaciones para obtener datos diádicos, es necesario examinar la relación entre el autoinforme de los maltratadores y las sentencias judiciales. Se evaluó la relación entre la agresión autoinformada mediante la CTS-2 y las condenas por maltrato de pareja. Método: participaron dos grupos de hombres condenados por maltrato contra su pareja o ex pareja femenina (1.998 internos en prisión y 804 derivados de la Justicia), y 590 hombres comunitarios (población general). Se analizó la relación entre las puntuaciones en los ítems de la CTS-2 y las conductas objetivadas por los hechos probados en las sentencias. Se realizó un ANCOVA con comparaciones post-hoc (Bonferroni) para evaluar las diferencias en la CTS-2 entre los tres grupos. Resultados: en los dos grupos de participantes condenados se encontró relación signifi cativa entre algunos ítems de la CTS-2 y los hechos probados. Se encontraron diferencias signifi cativas entre los tres grupos en tres subescalas de la CTS-2. Conclusiones: los datos de agresión autoinformada mediante la CTS-2 por los participantes condenados guardan relación con los hechos probados, y pueden ser útiles en contextos forenses y de intervención psicológica
Background: The Revised Confl ict Tactics Scale (CTS-2) is widely used to assess intimate partner violence (IPV). Given the limitations preventing the collection of dyadic data, it is necessary to examine the relationship between the offender’s own self-reporting and the facts established in trial proceedings. This study assesses the relationship between aggression data self-reported by participants via CTS-2 and the data contained in convictions for partner abuse. Method: Two groups of men convicted of abuse against their female intimate partners or ex-partners (1,998 imprisoned offenders and 804 court-referred offenders), and 590 men from the community (general population) participated. The relationship was analyzed between the scores for self-reported CTS-2 items and violent behaviors described by proven facts. An ANCOVA with posthoc comparisons (Bonferroni) was performed to assess the differences in CTS-2 scores between the three groups. Results: In the two groups of convicted participants, a signifi cant relationship was found between CTS-2 items and the proven facts. Meanwhile, signifi cant differences were found between the three groups in three CTS-2 subscales. Conclusions:
The CTS-2 self-reported perpetrated aggression data provided by the convicted participants are related to the factual basis for convictions, and such data are therefore usable in forensic and psychological intervention contexts.