Jaan Valsiner
El pragmatismo americano ha elevado la validez del pensamiento presente sobre la base de sus consecuencias a un sistema de visión del mundo que ha tenido una profunda influencia en los desarrollos de mucha de la psicología del siglo XX. La psicología pragmatista ha suministrado la base para la seleccionar teorías psicológicas no Norteamericanas (tales como la teoría de la actividad de A. N. Leontiev o la perspectiva histórico-cultural de Vygotski) para su importación y cultivo en el contexto de la sociedad estadounidense del final del siglo XX. En su localización sobre las consecuencias, el pensamiento pragmatista elimina la indeterminación de los procesos de desarrollo para llegar a estas consecuencias ;sin embargo, las consecuencias de un proceso dinámico no se conocen por anticipado y, por tanto, no pueden servir como criterio de verdad. No obstante, hay una diferencia entre el pragmatismo norteamericano (como un movimiento social de pensamiento) y lo que sostenían los primeros fundadores norteamericanos de ese movimiento (Peirce, James y Dewey). Estos últimos, de modos diferentes, al mismo tiempo que conservaban la centralidad de las consecuencias, trataron de superar la dificultad de pensar sobre el desarrollo de innovaciones. Para solventar este problema se hace necesaria una teoría formal explícita de la síntesis psicológica