Este trabajo revisa la literatura acerca del impacto general del ambiente físico sobre la desorganización social, el crimen y la delincuencia juvenil, centrándose más especificamente en la relación de la densidad por vivienda, la densidad en el diseño del edificio y la delincuencia juvenil. Se muestra que en el contexto ambiental se han desarrollado dos perspectivas de control. Una destaca la capacidad de impedir el control social informal del medio edificado, y la otra, la atracción que ejerce este mismo ambiente sobre los agentes de control social (la policía). Se presenta un modelo de senderos que muestra que la densidad en el diseño de los edificios predice de modo independiente el consumo de marihuana y apoya la noción de que el ambiente físico puede afectar al control informal.
El modelo muestra también que la densidad en el diseño del edificio predice de modo significativo la presencia de la policía, ofreciendo así un apoyo empírico a la noción de que el sistema físico puede afectar al control formal.
This study reviews the literature concerning the general impact of the physical environment on social disorganization, crime, and juvenile delinquency, with a specific focus on the relationship between household density, building density-design, and juvenile delinquency. Two perspectives on control are shown to have developed in an environmental context. One emphasizes the capacity of the built environment to impair informal social control, and the other focuses on the attraction of the same environments for agents of formal social control (the police). A path model is presented, showing that building density-design is an independent predictor of marijuana use and supporting the view that physical environment can affect informal control. The model also shows that building� density-design is a significant predictor of police presence, thus giving empirical support to the notion that the physical environment can affect formal control