Neri Aidee Escorcia Ramírez
Recientemente, hemos visto cómo los textos de Frantz Fanon han vuelto a ponerse en boga en diversos ambientes académicos; sin embargo, la lectura que de esos textos se nos ofrece es problemática. Encerrado en lo que Immanuel Wallerstein identifica como el paradigma del posmodernismo, Fanon ha sido revisado a la luz de un solo eje: el de la raza. Las consecuencias de dicha revisión son dos: 1) la invisibilización de la intersección que Fanon establece entre raza y clase, y 2) la desvinculación del autor de la tradición marxista y revolucionaria. El objetivo de este artículo es entonces demostrar las continuidades entre los dos libros más influyentes del escritor martiniqués: Piel negra, máscaras blancas y Los condenados de la tierra. Asimismo, me interesa destacar que los llamados de Fanon a la violencia van acompañados de la búsqueda de un humanismo que excluye la vía de la originalidad o lo propio.
Recently, we have seen how the writings of Frantz Fanon have returned to vogue in various academic envi-ronments. Nevertheless, the reading that is offered to us of those writings is problematic. Locked in that Immanuel Wallerstein identifies as a paradigm of postmodernism, Fanon has been revised in the light of a single axis, that of race. The consequences of that revision are two: 1) The in-visibility of the intersection that Fanon establishes between race and class, and 2) Fanon’s disengagement from the Marxist and revolutionary tradition. The objective of this paper is to demonstrate the continuities between the two most influential Fanon’s books: Blake Skin, White Masks and The Wretched of the Earth. Likewisse, I would like to emphasize that Fanon’s calls for violence are accompanied by a humanism that excludes the search for originality or “what is proper”.