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Natalia Navarro Espejo
El marco de trabajo o encuadre en psicoterapia es indiscutiblemente una variable relevante en cualquier proceso terapéutico, aunque quizás lo sea especialmente cuando nos movemos en el ámbito de la Salud Mental Pública. En este contexto, las condiciones son menos flexibles para el profesional, por lo que aunque contemos con las Guías Clínicas como marco de referencia, la realidad es tan compleja que demanda creatividad e integración. El presente trabajo desarrolla un caso clínico que ilustra precisamente esas particularidades. Se trata del abordaje de un problema de ansiedad social, en principio desde un modelo fundamentalmente Cognitivo-Conductual y, en una segunda fase, desde la perspectiva de la Psicoterapia Breve de Orientación Dinámica. Se pretende una reflexión acerca de la complementariedad de éstos y otros modelos, de lo que nos aporta cada uno de ellos y de cómo nos cuentan algo diferente del mismo caso. En definitiva, invita a cuestionarse aquello que ocurre cuando nos ceñimos a una única visión de la realidad, frente a nuestra obligación como profesionales de la Salud Mental de flexibilizar, ampliar e indagar desde distintas perspectivas para llegar realmente a la comprensión global de nuestros pacientes.
The psychotherapeutic framework is unquestionably an important variable in any therapeutic process, but maybe it is especially relevant when we are in the scope of Public Mental Health. The conditions are less flexible for proffessionals in this context. Thus, although we should consider clinical guidelines as our framework, the reality is so complex that requires us creativity and integration. This paper carries out a case study that illustrates precisely these characteristics. A social anxiety disorder was addresed from a Cognitive-Behavioral model initially to the perspective of Brief Psychotherapy in a second phase. A reflection on the complementarity of these and other models, what they provide us and how they tell us something different in the same case, is intended. In short, this paper tries to question what happens when we stick to a single view of reality, against our obligation as Mental Health professionals to adjust, expand and inquire from different perspectives to really get an overall understanding of our patients.
