Isabel Martínez Benlloch
Este trabajo pretende analizar los efectos que las relaciones asimétricas de poder entre los sexos producen en la salud y, concretamente, el modo en que inciden en el bienestar o malestar personal las condiciones de vida. Los malestares subjetivos se manifiestan frecuentemente a través de síntomas. Estudios epidemiológicos constatan una mayor morbilidad, física y mental, en las mujeres. Una revisión crítica de trabajos precedentes evidencia la relación entre síntomas y roles de género y manifiesta los sesgos de modelos teóricos y prácticas clínicas. Implementar políticas de salud que consideren la parcialidad de extrapolar métodos de diagnóstico, tratamiento y prevención desarrollados exclusivamente con sujetos varones contribuirá a visibilizar la morbilidad diferencial y facilitará tomar en consideración las posiciones y papeles sociales de cada sexo a fin de no medicalizar el cuerpo de las mujeres.