D. Bangasser
La experimentación animal está revelando diferencias notables entre los sexos en su respuesta al estrés, hasta la escala celular más básica. El estrés crónico ejerce efectos más rápidos e intensos en las hembras de roedor que en los machos. Si tales diferencias existieran en hombres y mujeres, podrían explicar por qué los trastornos asociados al estrés como la depresión y el estrés postraumático se diagnostican más en el sexo femenino. Nuevas iniciativas que pretenden incluir animales de ambos sexos en los estudios científicos nos ayudarán a entender mejor tales diferencias y obtener tratamientos más específicos y eficaces destinados a cada sexo.