La creencia popular sostiene que existen diferencias notables entre el cerebro femenino y el masculino. Sin embargo, nuevos y controvertidos estudios indican que la mayoría de los cerebros muestran un mosaico de rasgos de ambos sexos. El debate que se ha derivado de ellos ha agitado la neurociencia y ha planteado preguntas acerca de cómo se consideran el sexo y el género fuera del laboratorio.