Después de crear un taller de expresión (trabajo de la tierra, dibujos, collages, fotomontajes, etc), los autores, psicólogos de formación, describen el deslizamiento progresivo hacia un grupo cohesionado que pudo ser definido como un grupo verbal centrado alimentado por narraciones de acontecimientos que cada paciente podía identificar como propios. Se demostró este grupo fue muy eficaz. Esta experiencia nos remite a plantearnos la cuestión: “¿Qué terapeutas para qué grupos?