J.M. Ayerra
El autor, tras resumir el tratamiento de una paciente anoréxica grave, subraya que el abordaje de este tipo de pacientes siempre excede a una sola persona y requiere indefectiblemente la presencia de un equipo . Los aspectos parciales desintegrados deben ser reconocidos e integrados en una unidad, constitutiva de una realidad individual más y más integrada. Igualmente, los recursos técnicos que apuntan al desarrollo de estos aspectos parciales exigen ser integrados en el entendimiento de los técnicos. Las intervenciones del equipo esconden dos realidades aparentemente contradictorias. De un lado se han de admitir las limitaciones y se debe mostrar una gran modestia terapéutica permanentemente impuesta por la práctica diaria. Del otro lado, se debe tener confianza en la trascendencia de las intervenciones que permiten el desbloqueo de sufrimientos y el logro de de un cambio vital no alcanzable por otros medios. Frecuentemente, los trabajadores psiquiátricos aspiran a la tecnificación, evitando el compromiso de tener que incluirse activamente en las dificultades y conflictos de Los opacientes. Sin embargo, el tipo de trabajo que se describe exige gran cantidad de renuncias de todo orden , pese a lo cual el enriquecimiento personal se encuentra directamente proporcional al esfuerzo y lcompensa de una manera más real e íntima. Se necesita una gran creatividad para trabajar en la incertidumbre implicada en un trabajo caracterizado por la complejidad, sin recurrir a la omnipotencia y al engaño.