Jorge R. Aragonés
La madre con sus objetos y con la noción de objeto introdujo al bebé en «una primera triangulación fundante» de sujeto y de objeto que la tecnología, por su parte, se encargó de profundizar. La tringulación edípica, que nos hizo sapiens, estructuró el nuevo mundo subjetivo y objetivo que conocemos, pero siempre, bajo los efectos de la encubrierta primera triangulación, que con el tiempo se ha hecho más visible.