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José María Óscar Prieto González, Manuela Lema Bouzas
Introducción y método. Desconocemos el mecanismo de acción de los interferones (IFN) en la esclerosis múltiple (EM) pero, aunque existen discrepancias fundamentalmente en relación con su grado de eficacia, la dosis a utilizar y la vía de administración, los tres disponibles han probado ser eficaces en la reducción del número de brotes. Revisamos los ensayos clínicos más importantes realizados con los tres IFN en las formas remitente-recurrentes, en las formas precoces y en las formas progresivas secundarias de la enfermedad; también revisamos los estudios comparativos entre IFN. Conclusiones. Los tres IFN se toleran bien, aunque la forma intramuscular (IM) produce menos efectos dérmicos; en las formas remitente-recurrentes de la EM se reduce significativamente el número de brotes. Sólo en el estudio con el b-1a IM se demostró eficacia en las formas progresivas secundarias y con el IFN-b-1b subcutáneo (SC) existen discrepancias entre el estudio europeo y americano. El tratamiento precoz de la EM con IFN-b-1a SC enlentece la evolución de la enfermedad. Excepto en relación con los efectos secundarios, no existe evidencia de que la dosis y la vía de administración sean importantes en la eficacia a largo plazo.
