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Cruz García Lirios, Javier Carreón Guillén, Jorge Hernández Valdés, Miguel Bautista Miranda, Agustín Méndez Martínez
El principal reto de las políticas públicas de salud reproductiva y familiar es el control de la natalidad a través de métodos como el uso adecuado de preservativos. Las conductas de riesgo en este campo hacen más vulnerables a los adolescentes, sobre todo al momento de experimentar sus primeros encuentros sexuales que en muchas ocasiones derivan en embarazos no deseados y en la consecuente búsqueda de su interrupción. En tal sentido, el presente artículo de investigación presenta un estudio cuyo objetivo consiste en desmembrar la incidencia de factores como sexo, edad, ingreso, estado civil y norma de grupo respecto a la actitud hacia el aborto inducido. Para tal propósito, se revisaron los estudios psicológicos y actitudinales relativos a la salud sexual con el fin de construir un instrumento que midió la actitud hacia conductas sexuales de riesgo en una muestra de 300 usuarios de una biblioteca pública. Una vez establecidas la confiabilidad (alfa de .865 para norma y .768 para actitud) y la validez del instrumento, se procedió a estimar un modelo de relaciones causales y su ajuste con el modelo teórico. Los resultados muestran que el sexo es el determinante positivo de la norma de grupo (β = -.28) y que el nivel educativo afecta negativamente a la actitud (β = -.90). Tales hallazgos son discutidos en el marco de los programas educativos de orientación.
The main challenge of the public policies related to reproductive and family health is the birth control through methods such as proper use of condoms. The risk behaviors in this field makes adolescents more vulnerable, specially at the time of experiencing their first sexual encounters that often result in unwanted pregnancies and the consequent search for its interruption. In this sense, this research paper presents a study which aims to discern the impact of factors such as sex, age, revenue, marital status and group norms with regard to the attitude towards the induced abortion. For this purpose, we reviewed studies on psychological and attitudinal factors relating to sexual health in order to build an instrument that measured the attitude toward sexual risk behavior in a sample of 300 users of a public library. Once we had established the reliability (alpha of .865 for standard and .768 for attitude) and the effectiveness of the instrument, we proceeded to estimate a model of causal relationships, and their adjustment to the theoretical model. The results show that sex is the determinant of the standard positive group (β = -.28) and that the educational level adversely affects the attitude (β = -.90). These findings are discussed in the framework of the educational programs of orientation.
