En el sistema nervioso central de los mamíferos, las células gliales superan diez veces en número a las neuronas. Su número permanente estacionario durante la edad adulta, controlado por la presencia simultánea de mitógenos gliales e inhibidores de esos mitógenos. El inhibidor más abundante, la neurostatina, es el gangliósido GD1b O-acetilado en el grupo 9 del ácido siálico más externo. La neurostatina y los oligosacáridos sintéticos inhiben la proliferación de astroblastos en cultivo primario (citostáticos) y de células de gliomas (citotóxicos), tanto de roedores como de humanos, en concentración nanomolar. A esas concentraciones, la neurostatina no tuvo efecto sobre células de linaje no glial ni sobre glía madura. La neurostatina y sus análogos mostraron actividad antimitótica directa sobre las células tumorales, interfiriendo con la progresión del ciclo celular en múltiples sitios, pero también actuaron indirectamente, haciendo visibles las células tumorales al sistema inmune del huésped y activando linfocitos CD4+ y CD8+. Análogos de neurostatina podrían generar nuevos fármacos antiinflamatorios, con múltiples acciones directas e indirectas contra el crecimiento de gliomas, una patología todavía sin tratamiento clínico satisfactorio. La neurostatina es producida por las neuronas, pero el contacto de éstas con astrocitos estimula notablemente su expresión. La acción de la neurostatina puede estar mediada por numerosas proteínas receptoras, incluyendo integrinas, siglecs y receptores Toll-like.