Ted Schuur
El permafrost (suelo congelado durante todo el año) se está descongelando en todo el Ártico. La descomposición microbiana de los restos de plantas y animales contenidos en un suelo cada vez más caliente libera a la atmósfera dióxido de carbono y metano.
La vasta región de permafrost del hemisferio norte contiene cerca de 1,45 billones de toneladas métricas de carbono orgánico, casi el doble del carbono existente en la atmósfera terrestre.
Los datos procedentes de numerosos sensores indican que entre el 5 y el 15 por ciento de ese carbono podría liberarse durante este siglo. La emisión del 10 por ciento representaría la incorporación a la atmósfera de entre 130.000 y 160.000 millones de toneladas de carbono, con la consiguiente aceleración del calentamiento global. El mejor modo de evitar que aumente la temperatura del permafrost es reducir el calentamiento general del planeta.