Stephen Brusatte
Hace cierto tiempo que sabemos que las aves descienden de los dinosaurios y que, de hecho, son un tipo de estos reptiles. En China y otros lugares se ha recuperado un abundante registro fósil de dinosaurios emplumados que documenta con detalle la drástica transformación de estos colosos terrestres en las gráciles aves voladoras.
Las nuevas técnicas de análisis paleontológico han permitido reconstruir la evolución de la peculiar anatomía aviar. Los resultados indican que los atributos propios de las aves surgieron gradualmente en el curso de decenas de millones de años, si bien con fines muy distintos a los actuales.
Estos hallazgos se suman a un creciente conjunto de pruebas que sugiere que las grandes transiciones evolutivas suceden de forma gradual y no en un improviso.