Declarado el fin de la epidemia de ébola en África Occidental, unas 17.000 personas corren ahora el riesgo de sufrir síntomas del llamado síndrome post-ébola.
En un estudio realizado en Liberia, un 60 por ciento de los supervivientes referían problemas visuales, un 53 por ciento sufrían mialgias y artralgias, y un 68 por ciento, trastornos neurológicos.
Estas personas, supuestamente curadas, ven cómo el resto de la población las rehuye a menudo y se preguntan si la enfermedad les volverá a afectar en el futuro.