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Isabel González-Abraldes Iglesias, Aránzazu Balo García, Pilar Suárez López, Pilar Marante Moar, Ana Maseda, José Carlos Millán Calenti
El envejecimiento poblacional en que estamos inmersos, junto con la incorporación de la mujer al mercado laboral, está generando un cambio en el cuidado tradicional de los mayores, favoreciendo su institucionalización en base a la poca disponibilidad de tiempo para su cuidado.Las familias suelen asumir el compromiso del cuidado en la medida que éste no sobrepase su capacidad y les desborde, momento en que se piensa en la búsqueda de otros recursos, pero que hasta el momento son insuficientes y no cubren el objetivo básico de la atención sociosanitaria, mantener a la persona mayor en su domicilio mediante fórmulas de apoyo adecuadas. Por ello, es necesario establecer un salto en la rutina de recursos actual y avanzar en la configuración de nuevas alternativas que permitan a los cuidadores familiares contribuir en el sostenimiento del sistema, constituyendo el proyecto que hemos desarrollado, la Telegerontología, un escalón más dentro de la teleasistencia, pero claramente diferenciado y evolucionado, que nace con el objetivo principal de llevar contenidos al domicilio, retrasando la necesidad de la institucionalización del paciente.
