Dolores Mosquera Barral
Los trastornos de la personalidad afectan de manera profunda a las personas que los padecen, a sus familiares y a la sociedad. Conceptualmente, hay una resistencia a creer que un niño en desarrollo puede tener un trastorno de tal magnitud aunque muchos adolescentes presentan rasgos inflexibles y problemas que se remontan a la niñez y persisten en el adulto.